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Teodorico I (418-451)

Teodorico I (418-451)

Flavio Teodorico I fue el rey de los visigodos que murió luchando contra Atila en la legendaria batalla de los Campos Cataláunicos. En el año 418 sucedió a Walia, reinando hasta el 451.
Estas escenas exploran su vida familiar, diplomacia y legado.

Elección como rey visigodo (418)

A la muerte de Walia en el año 418, los visigodos celebran un consejo de nobles para elegir un nuevo rey. Teodorico, perteneciente a la nobleza goda, es elegido y alzado sobre el escudo según el ritual germánico. Así comienza el linaje de Tolosa, con el apoyo de las tribus visigodas asentadas en el sur de la Galia, bajo condición de federados del Imperio romano.

Fundación del Reino de Tolosa (418–419)

Recién proclamado rey, Teodorico se establece en Tolosa (actual Toulouse), en la provincia romana de Aquitania Secunda. Allí organiza el primer reino germánico federado de Roma, con estructuras romanas e instituciones visigodas. Tolosa se convierte en la nueva capital, punto de encuentro entre la cultura goda y la administración romana.

Firma del foedus con Roma (418–420)

Entre 418 y 420, Teodorico consolida un pacto con el Imperio romano mediante el foedus, que permite a los visigodos asentarse legalmente en la Galia a cambio de apoyo militar. Los visigodos reciben tierras en Aquitania, pero deben mantener la paz y auxiliar al Imperio cuando sea llamado.

Relaciones con el Imperio. Avito en la corte visigoda (c. 425)

Hacia 425, el senador romano Avito visita la corte visigoda. Teodorico lo acoge con honor, y Avito permanece un tiempo en Tolosa como emisario romano. Durante su estancia, contribuye a la educación de los hijos del rey y consolida vínculos diplomáticos entre ambas culturas.

Primer intento de tomar Arlés (425)

Aprovechando el caos interno del Imperio, Teodorico lanza una ofensiva sobre Arlés en 425. Sin embargo, las tropas romanas, reforzadas por hunos enviados por Aecio, lo obligan a retirarse. Es una señal de los límites de la ambición goda sin el respaldo de Roma.

Paz con Roma y entrega de rehenes (426–430)

Tras la fallida ofensiva, Teodorico acuerda la paz con Roma. Como prueba de lealtad, entrega rehenes godos —posiblemente sus propios hijos o sobrinos— a la corte imperial. Roma, a cambio, reconoce sus derechos sobre Aquitania.

Sitio de Narbona (436)

En 436, Teodorico trata de conquistar Narbo Martius (Narbona), la clave de acceso al Mediterráneo. Pero el general romano Litorio, apoyado por mercenarios hunos, lo rechaza violentamente. La ciudad permanece fuera del alcance visigodo.

Derrota y captura de Litorio (439)

En un giro inesperado, Teodorico captura a Litorio en combate. El general romano, herido, muere poco después en cautiverio. La victoria es amarga, pues los visigodos también han sufrido grandes pérdidas. Se negocia una nueva paz.

Tratado de paz y entrega de rehenes galos (440–443)

Para consolidar la paz, Teodorico acepta rehenes romanos —hijos de nobles galos— en su corte. El rey promueve una política de convivencia con la élite romana local, buscando consolidar su reino más allá de la identidad étnica.

Consolidación del reino visigodo (c. 445–450)

Teodorico gobierna un reino estable en Galia. Fomenta matrimonios mixtos, promueve la acuñación de moneda, y establece leyes para sus súbditos godos y romanos. La corte de Tolosa florece como centro de poder.

Tensiones con los francos y burgundios (c. 448–450)

En los últimos años de su reinado, Teodorico observa con recelo el crecimiento de poder de los francos al norte y de los burgundios al este. Las fronteras se tensan. Hay escaramuzas en las regiones limítrofes, aunque sin conflicto abierto. Teodorico refuerza sus alianzas con Roma para mantener el equilibrio.

Amenaza de Atila (450)

Atila, rey de los hunos, lanza una invasión sin precedentes sobre la Galia. Saquea ciudades y pone en jaque al Imperio. El general romano Aecio llama a los visigodos para formar una gran coalición. Teodorico responde, consciente de que los hunos amenazan a todos por igual.

Preparativos para la guerra (primavera de 451)

En la primavera del 451, Teodorico moviliza al pueblo visigodo. Se unen a la causa romana para detener a Atila. Sus hijos Turismundo y Teodorico el Joven marchan con él. Se forma un ejército combinado de visigodos, romanos, alanos, francos y burgundios.

Marcha hacia el noreste (junio de 451)

Teodorico lidera sus tropas hacia los Campos Cataláunicos, en el noreste de la Galia, junto al ejército romano de Aecio. Durante la marcha, se suman contingentes francos y burgundios. Los visigodos atraviesan tierras devastadas por los hunos.

Alianza en los Campos Cataláunicos (20 de junio de 451)

En las llanuras cerca de Châlons-sur-Marne, los ejércitos de Aecio y Teodorico se posicionan frente al de Atila. La tensión es inmensa. Teodorico, veterano, toma una posición clave en el flanco derecho. Sabe que esta batalla decidirá el destino de Occidente.

Batalla de los Campos Cataláunicos – carga visigoda (noche del 20 de junio de 451)

Al atardecer, los visigodos cargan contra los ostrogodos aliados de Atila. Teodorico, en primera línea, combate con furia. El choque es brutal. La noche cae, y el combate continúa entre antorchas y gritos. La posición visigoda es clave para contener el avance huno.

Muerte de Teodorico (noche del 20 o madrugada del 21 de junio de 451)

En pleno fragor, Teodorico cae de su caballo, atravesado por una lanza o golpeado por un ostrogodo. Su muerte pasa inadvertida en la confusión. Al amanecer, su cuerpo es hallado entre una pila de cadáveres. Los visigodos están desolados, pero la batalla se gana.

Elección de Turismundo en el campo de batalla (21 de junio de 451)

Tras la victoria, los visigodos, siguiendo la tradición germánica, eligen rey a Turismundo sobre el cadáver de su padre. Golpean los escudos en señal de aclamación. La sangre del padre se convierte en símbolo de continuidad.

Funeral simbólico de Teodorico (Tolosa, meses después)

Su cuerpo, o parte de sus pertenencias, son llevadas de vuelta a Tolosa. Allí, Teodorico es honrado como héroe. Se celebran rituales germánicos y misas romanas. Su tumba se convierte en un símbolo de la alianza entre culturas.

Legado del Rey Guerrero (años posteriores)

La figura de Teodorico I pasa a la historia como uno de los primeros reyes germánicos que actuaron como soberanos en pie de igualdad con Roma. Su figura influye en los reyes posteriores. Es recordado como guerrero, diplomático y protector de su pueblo.